Si no puedes comprarla, mejor crea tu propia SNES Mini

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Aprovechando la llegada de la nueva consola mini de Nintendo, este fan ha decidido copiar el diseño exacto de la SNES Classic Mini (tanto la versión europea, como la norteamericana y japonesa) para reproducirlo con una impresora 3D. Obviamente no funciona de la misma forma ni con el mismo sistema, pero es un trabajo enorme al que vale la pena echar un vistazo.

La impresión 3D, aunque no en todos los hogares todavía, es algo que en un futuro promete ser revolucionario, si no de primera necesidad. Los usuarios que han invertido en estas impresoras saben cómo sacarles partido creando accesorios, por ejemplo para Switch.

Pero hay quien va más allá y ha sorteado la escasez del lanzamiento de SNES Mini con maña y una Raspberry Pi para recrear la pequeña réplica de la gran consola de Nintendo. Con una ventaja, y es que en este caso puede saltarse el límite de la cantidad y el catálogo de juegos. Incluso, emular otros sistemas.

En el vídeo que puedes ver aquí apreciarás la labor de este usuario, conocido como daftmike, que ha cuidado hasta el último detalle, y es que se ha impreso hasta sus cartuchos en miniatura para imitar el soporte original de los juegos. Es más, se ha preocupado hasta de crear adaptadores Super Game Boy comercializados para poder insertar estos cartuchos de la portátil en el Cerebro de la Bestia.

Claro está, el insertar o no estos cartuchos es puramente cosmético dado que es una Raspberry Pi la que hace el trabajo, gracias a una tarjeta SD y un emulador, en este caso RetroPie, la combinación de proyectos como el frontend RetroArch o EmulationStation.

Quizás el resultado final no luzca igual a la consola de Nintendo pero sí será igual de buena. Solo recuerda que la Mini NES básicamente es un pequeño ordenador con Linux y lo bueno de Daftmike es que nos indica que sólo necesitamos:

  • Una Raspberry Pi 3 – también puedes hacerlo con la Pi 2 y funcionará muy bien, pero la Pi 3 tiene más puertos y WiFi integrado.
  • Una caja para la Raspberry Pi – incluso hay algunas que la hacen lucir como una SNES pequeña.
  • Una tarjeta microSD – de al menos 8 GB para que puedas almacenar muchos juegos.
  • Un adaptador de corriente para la Pi.
  • Un cable HDMI para conectarlo a tu TV o monitor.
  • Un mando de control USB – puedes comprar uno costoso pero de aspecto retro y genial como este, o puedes usar un mando de PlayStation o Xbox que ya tengas en casa.
  • Una memoria USB.
  • Un monitor o televisor para jugar.
  • Un ordenador para transferir tus juegos e instalar el software de la Pi.

 

Puedes comprar todas estas cosas por separado pero Amazon vende un kit que incluye todo lo que necesitas por 75 dólares, excepto el mando.

Coloca tu Raspberry Pi en su nueva caja. El kit que compré incluye unas almohadillas para el calor que deberías usar porque la Pi se puede calentar bastante al ejecutar algunos juegos.

El sistema que le dará vida a tu SNES se llama RetroPie y contiene un montón de emuladores para jugar a títulos viejos de muchos sistemas, incluyendo NES, SNES, Nintendo 64, Sega Genesis, TurboGrafx-16, GameBoy y más.

Así que después de ensamblar la caja de tu Pi lo primero que tienes que hacer es instalar RetroPie en la tarjeta microSD.

  1. Necesitarás descargar la imagen de RetroPie desde esta página web. Si estás usando una Raspberry Pi vieja debes descargar la versión “Raspberry Pi 0/1”, pero si usas una Pi 3 debes descargar la versión “Raspberry Pi 2/3”.
  2. Una vez descargues el archivo tendrás que extraer la imagen. En Windows podrás usar un programa como 7-Zip, pero en el caso de Mac puedes usar la utilidad de archivo que incluye el sistema operativo.
  3. Lo siguiente será instalar la imagen (que tiene un tamaño de 2 GB) en la tarjeta microSD. En Windows puedes usar Win32DiskImager para esto y en Mac la mejor alternativa es Apple Pi Baker.
  4. Extrae la tarjeta microSD de tu ordenador e introdúcela en la Pi.

 

Después de instalar RetroPie en la tarjeta SD e introducirla en la Pi lo siguiente que debes hacer es: conectar el adaptador de corriente al enchufe, conectar el mando al puerto USB, conectar el cable HDMI al televisor o monitor y encender la Pi.

Configura cada botón del mando y a partir de ahora podrás usarlo para navegar por toda la interfaz del sistema sin necesidad de un ratón o teclado.

Ahora que ya puedes usar el mando es hora de añadir juegos a tu nueva “miniconsola”. Para ello necesitarás descargar los archivos ROM de los sistemas que deseas emular.

Esta es la parte del tutorial donde debo mencionar que instalar ROMs de juegos puede ser ilegal en algunos países, dependiendo de cómo lo hagas. Y es que aunque la mayoría de títulos que jugarás tienen más de 20 años en el mercado todavía están protegidos por leyes de derechos de autor.

Lo correcto es que descargues ROMs de juegos que posees en formato físico o que ya son parte del dominio público. Dicho esto, es realmente fácil encontrar las ROMs de tus juegos favoritos.

A partir de ahora vamos a asumir que tienes los derechos necesarios para acceder a las ROMs de los juegos que quieres instalar así que una vez que las tengas en tu ordenador es hora de transferirlas a tu Pi.

Hay varias formas de hacer esto. Una de ellas requiere que configures el WiFi en tu Pi y uses SFTP para compartir archivos, pero esto es algo complicado para la mayoría de los usuarios por lo que optaremos por la forma más sencilla en la que solo necesitarás una memoria USB.

Si eres usuario de Mac asegúrate que la memoria esté en formato FAT-32. Pero si ni siquiera sabes qué es “FAT-32” creo que podemos asumir que tu memoria estará en ese formato.

Después sigue los siguientes pasos:

  1. Inserta la memoria en un puerto USB de tu ordenador y crea una carpeta llamada retropie.
  2. Ahora conecta la memoria a tu Raspberry Pi y espera que la luz deje de parpadear (esto tomará algunos segundos).
  3. Desconecta la memoria de tu Pi y vuelve a conectarla en tu ordenador.
  4. Verás que ahora hay varias carpetas dentro de retropie, una de ellas llamada “roms” y dentro de esta carpetas llamadas como todos los sistemas compatibles con el emulador. Copia las ROMs de tus juegos dentro de la carpeta acorde a su sistema (por ejemplo los de SNES van en la carpeta SNES).
  5. Desconecta la memoria de tu ordenador y conéctala en la Pi.
  6. Reinicia RetroPie.

 

Una vez que copies las ROMs de la memoria USB a tu Pi puedes desconectarla. Ahora todos tus juegos estarán almacenados directamente en RetroPie. Cuando quieres añadir más solo tienes que repetir el proceso y añadir juegos al emulador que deseas utilizar.

Ahora que tienes muchos juegos en tu sistema es hora de que comiences a disfrutarlos.

En un mundo perfecto Nintendo estaría vendiendo ahora mismo una Mini SNES y así todos podríamos volver a disfrutar de esos maravillosos juegos retro. Pero como no es así no nos queda otra opción más que hacer una nosotros mismos.

De cualquier forma también puedes comprar una de tantas consolas retro que están disponibles en el mercado hoy en día. Pero la mayoría de estas son bastante similares a lo que tu mismo puedes hacer con una Raspberry Pi por apenas unos 75 dólares.

Funte: Daftmike.

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