Cómo la nostalgia ayuda a ‘El rey de Zamunda’ a batir récords

Eddie Murphy protagoniza una película que continúa la historia que comenzó en 1988. Casado y con hijos, el príncipe se ve envuelto en las tradiciones del reino en una obra fallida
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A lo largo del último año, la pandemia nos obligó a saciar nuestra sed cinematográfica en los estrenos que optaban por aterrizar en los servicios streaming debido al cierre de salas. Y si bien fueron muchas las películas que nos acompañaron a través de la pandemia, Amazon se ha auto adjudicado el trono al estreno más exitoso de todos.

Nada de HBO, ni Netflix o Disney. La plataforma asegura haber arrasado tanto con la secuela del clásico de Eddie Murphy, El rey de Zamunda, que se habría coronado como el mejor estreno del streamingde los últimos 12 meses después de aterrizar en su catálogo el pasado viernes 5 de marzo. Es decir, habrían superado al estreno online de Borat 2 que según Amazon superó “los diez millones” de visionados en octubre.

Sin embargo, yo me pregunto… ¿cómo lo habrá conseguido la hazaña cuando estamos ante una secuela sin gracia y anticuada?

El proclamar que El rey de Zamunda es el mejor estreno del streaming en todo el año pandémico son palabras mayores cuando el público ha estado tan aferrado a las plataformas, y por eso, es normal que nos despierte cierta sospecha. Sobre todo cuando tenemos en cuenta que Prime Video dio la noticia sin incluir cifras, sino que citó los resultados de la compañía de estadísticas The Digital Entertainment Group/Screen Engine/ASI, que incluye el ranking de lo más visto del fin de semana en VOD, PVOD y streaming (vía Deadline). En dicha lista El rey de Zamunda aparece como número uno. Aunque curiosamente no se incluyen los resultados de Raya y el último dragón que, si nos fijamos en su repercusión online en redes sociales y resultados de búsquedas, también podría haber alcanzado un buen resultado para Disney+.

En defensa de Prime Video, que suma unos 150 millones de suscriptores a nivel mundial, merece la pena destacar que casi ninguna plataforma revela sus cifras de audiencia, solo Netflix lo hace y solo cuando se trata de éxitos. Además, calcula sus datos en base a la cuestionable táctica de contabilizar un título cuando se han superado los 2 minutos de visionado.

De todos modos, que El rey de Zamunda ha triunfado en Prime Video en los últimos días es un hecho. Solo hay que contrastar su repercusión mediática, en redes y búsquedas para comprobar que efectivamente hubo un aumento en el interés de los usuarios. Sin embargo, El rey de Zamunda es una secuela que no está a la altura del legado de su antecesora. Su humor anticuado y personajes inverosímiles la convierten en una apuesta desacertada y sin nada de gracia, que incluso fue destrozada por la crítica en los últimos días.

Entonces… ¿cómo explicamos este éxito aparentemente descomunal?

Primero, debemos tener en cuenta que han pasado 33 años desde el estreno de El príncipe de Zamunda, una película que llegó en el momento justo del ascenso de Eddie Murphy al firmamento de las estrellas. El actor venía de haberse ganado al público y la crítica de su país gracias a sus años en Saturday Night Live, mientras que a nivel internacional había conseguido cautivar una legión de fans gracias a Superdetective en Hollywood (1985).

El príncipe de Zamunda, una comedia sobre un noble africano que llegaba a EE.UU. en busca de esposa, se convirtió en un clásico instantáneo de finales de los 80 cosechando fans en rincones de todo el mundo.

El éxito de ambas películas (la del superdetective y el príncipe) consiguió que cada estreno de Eddie Murphy de los 90s se viviera con máxima expectación. Fue el caso de 48 horas más, Boomerang o Un vampiro suelto en Brooklyn, que lo catapultaron de forma definitiva a finales de la década con El profesor chiflado Doctor Dolittle. Pero ninguna de estas producciones habría conseguido la repercusión que tuvieron ni la legión de fans que acudía en masa a verlas, sin la existencia de El príncipe de Zamunda en 1988. Después de todo fue la película que solidificó el éxito internacional de Murphy.

Confieso que nunca fui fan de su cine, pero era consciente de que yo (y mi madre) éramos una excepción. Que Eddie Murphy gustaba y mucho. Y creo que es por ello, por la gran influencia que reside en la nostalgia, que El rey de Zamunda está siendo un éxito para Amazon.

Si en El príncipe de Zamunda, el protagonista viajaba a EEUU en busca de una esposa, propiciando todo tipo de situaciones cómicas al recurrir al argumento de colocar un personaje fuera de su zona de confort, costumbres y tradicionesEl rey de Zamunda da una vuelta a la misma idea haciendo que sea su hijo bastardo el que vive la misma experiencia al viajar a Zamunda.

Ahora, más de 30 años después de la primera entrega, Akeem ha asumido su rol como rey tras la muerte de su padre, sin embargo su propio legado corre peligro al haber tenido tres hijas mujeres cuando una anticuada ley no permite que las mujeres sean herederas del trono. Y es en ese momento que descubre que tiene un hijo bastardo tras aquel viaje previo a EE.UU y decide ir en su búsqueda, para llevarlo a Zamunda y prepararlo para su futuro. Como es de esperar, y dado los tiempos que corren, la película retratará el cambio de la visión patriarcal con lección feminista incluida. Pero en el proceso se sucede una película de casi dos horas plagada de clichés de la comedia de los 80s, bromas gestuales que acompañan a chistes sin gracia, momentos sexistas que rozan los límites actuales del cine y una trama que carece de originalidad.

Es cierto que la puesta en escena es asombrosa, con un vestuario cuidado al detalle y una cantidad de extras descomunal. El rey de Zamunda es una super producción después de todo y por eso Amazon pagó $150 millones a Paramount por sus derechos (el estudio vendió varios de sus estrenos inminentes a lo largo de 2020 debido a la pandemia).

De esta manera, que El rey de Zamunda se haya coronado como el mejor estreno de una película streaming en el último año, cuando estamos ante una producción fallida y sin gracia, se debería sobre todo al poder nostálgico que rodea a la cinta.

Como decía previamente, El príncipe de Zamunda dejó huella en toda una generación de espectadores y entre los amantes de la comedia de los 80s. No estamos ante una comedia precisamente de culto o que consigue sumar adeptos con el paso del tiempo, es una película de su época, que marcó al público de entonces. Un público que ahora habría acudido al streaming a ver su continuación.

Es cierto que Prime Video ha desplegado todo un arsenal promocional para asegurarse que sus clientes conozcan el estreno, destacando el título en diferentes rincones del app y acompañando el lanzamiento con una campaña publicitaria online y tradicional (han llevado la efigie del personaje de Eddie Murphy a diferentes rincones del mundo: en España se puede ver en el Teatro Real en Madrid), pero de todas formas las nuevas generaciones seguramente desconocen la existencia de la película original o incluso quién es Eddie Murphy, reduciéndose así el target de público al que está dirigida.

La nostalgia es capaz de mover montañas cuando se trata de clásicos que forman parte de las vidas del público. Sin ir más lejos, en EE.UU. Eddie Murphy supuso una revolución para la comunidad afroamericana, viéndose representados en las altas esferas de Hollywood a través de películas de éxito que él mismo ideaba y protagonizaba -incluso interpretando varios personajes en simultáneo-, y décadas antes de que la industria reconociera la exclusión sistemática que llevaba haciendo desde sus inicios.

Por eso, El rey de Zamunda podría haber contado con el apoyo de esa generación afroamericana que acompañó el éxito de Eddie Murphy por entonces, y por ese público internacional que aún recuerda con cariño a aquel príncipe pasota de la película original. Lástima que la secuela no esté a la altura.

Con información de la agencia ‘EFE’.

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