Corto Maltés habla sobre la Gran Guerra, la revolución y los duendes de Hugo Pratt

Norma editorial continúa la reedición de la saga de Corto Maltés de Hugo Pratt, en el orden ideado originalmente y en un formato de lujo para el lector.
0
251

Corto Maltés: Las Célticas es una de las obras más populares del marinero ideado por Hugo Pratt. Llena de aventuras, espías, fantasía, ideales y sobre todo, de la Gran Guerra, aquella que debería haber terminado con todas las guerras. Con su trazo distintivo y su tono entre el sueño y la realidad, el argentino nos conduce a través de una Europa en guerra consigo misma.

Si la imaginación fue la base de mucha de la obra de Pratt, también lo fueron sus viajes y su anhelo de libertad. Al igual que su personaje, que muchas veces comparaban con él mismo, vio mundo y descubrió parajes de belleza increíble, asistió a festivales y vivió sueños que pudieron ser realidad, o fantasías de la mente de un hombre único que caminaba entre dos mundos. Que plasmó en Corto Maltés esa extraña dualidad que siempre existió en su vida, en su marinero, que era el oficio más bonito del mundo.

Pero la obra que nos atañe es un volumen que ha sido un poco maltratado en sus anteriores ediciones, El corto maltés: Las célticas. Publicado en 1971 originalmente se ha reeditado numerosas veces, pero en España pocas veces se ha visto en el orden cronológico la serie de aventuras que componen este volumen. Norma Editorial se ha empeñado en dejarnos una edición preciosa y ordenada, con la opción de adquirirla en color o en blanco y negro, y eso como lector es de agradecer. Así como las introducciones que incluyen en cada volumen mucha información y sobre todo abren el mundo de Pratt a los nuevos lectores, y añaden detalle a los veteranos.

En esta ocasión, encontramos al marino de Malta en Europa, durante los años de la Gran Guerra, visitando varios lugares en busca de varias pistas, y de una aventura que puede reportarle beneficios. En el camino, conocerá la guerra de trincheras, la resolución de los luchadores y las trampas y mentiras del conflicto. Pero en su trayecto, entrará en la isla esmeralda. Irlanda le mostrará el dolor y el deber, y las islas britanas lo elegirán como adalid para que los reinos élficos no pierdan su casa a manos de sangrientos dioses nórdicos. Y en cada paso, nuestro marinero mantendrá su entereza e inteligencia, su aplomo, y sobre todo, esa brújula moral tan propia que guía la vida de un hombre sin patria que no se deja cegar por las creencias en nada.

Hugo Pratt ya estaba en lo más alto de su arte cuando llevo a cabo estas historias, y se nota en su capacidad de narrar ensoñaciones y realidad en un mismo nivel y paralelamente, en ese extraño tono suyo, tan propio, que tiene de onirismo y de belleza a partes iguales. El maestro ya domina las elipsis y el movimiento entre páginas y viñetas, y puede contar las historias con calma, y siempre eligiendo bien lo que necesita cada viñeta. Desde la niebla irlandesa al humo de las trincheras, rodean las figuras y forman un mundo extraño, un universo de Hugo Pratt.

No podemos añadir mucho a lo que ya se ha escrito sobre Corto Maltés: Las Célticas, hay miles de palabras derramadas en textos y demás medios sobre ella. Solo que es una lectura deliciosa, a veces una aventura emocionante, otras un misterio que desvelar y a veces, o casi siempre, el sueño de un marino que no tenía barco, sino lápiz y papel.

Foto del avatar

Comments are closed.