El trabajo de un policía en la ciudad de Gotham

Llamada la ciudad del crimen, Gotham City es el peor lugar del mundo para ser policía. Pero solo los mejores pueden trabajar en la ciudad de Batman y el Joker
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Una de las series más recordadas del universo de Batman vuelve a las estanterías españolas en una edición integral en dos tomos. ECC ediciones recopila Gotham Central, la obra en la que Ed Brubaker y Greg Rucka construyeron la base de la nueva serie de Matt Reeves para HBO MAX, y que tiene lugar en la ciudad de Batman.

Batman es considerado el mejor detective del mundo DC, con una inteligencia entre las 5 mayores del planeta Tierra, sus dotes deductivas, su entrenamiento y su equipo de última tecnología, es capaz de resolver cualquier crimen. Gotham confía en él para descubrir al culpable, pero si no tienes ni equipo, ni esa inteligencia superior, ni un entrenamiento exclusivo, ¿Cómo cazas al malo? Pues con horas de patear calle, horas de revisar documentos, horas de interrogar sospechosos, vamos, con el trabajo policial de toda la vida. Y si eres un madero en Gotham City, tus casos pueden incluir a alguno de los chalados enemigos del Murciélago, y ahí, toca tirar de experiencia y compañeros. Así es Gotham Central, una comisaría de policía normal, en la ciudad más anormal del mundo.

Cuando Ed Brubaker y Greg Rucka estaban trabajando en Batman y Detective Comics, crearon muchos personajes que posteriormente se llevaron con ellos, a Checkmate o el nuevo Question en el caso de Rucka, pero eran los clásicos como Bullock, Montoya o Gordon los que más peso solían tener más allá de la batfamilia. ¿Por qué?, porque ambos escritores son de sobra conocidos por sus obras detectivescas, policiales y de género negro, ya sea en cómic, televisión o novela, y saben que eran los personajes con más potencia. No se quedaron contentos con tenerlos de secundarios, necesitaban más.

Así nacía Gotham Central, una serie de género policial, de noir puro, en un mundo de superhéroes. Con el núcleo central de la serie ya creado y desarrollado en las colecciones de Batman, los escritores se centraron en redondear su trabajo diario, sus problemas administrativos y burocráticos, y las investigaciones de una comisaría normal. SI algo destaca Gotham City es en la cantidad de locos que tiene, y en la corrupción ya casi instituida como una forma normal de vida, y esa lucha, también tenía que aparecer. Tenían de sobra para trabajar, y con un buen número de ideas, y con algunos personajes nuevos que todavía no tenían largos recorridos, dieron el pistoletazo de salida a la nueva colección.

Cada arco se concentraba en un caso, pero además llevaba el día a día de los personajes en otros terrenos, sobre todo en su visión de la justicia y la ley, ya que en un mundo donde Batman hace su trabajo sin mirar como presentar el caso al juez, les toca a ellos trabajar mucho para que las detenciones acaben en una sentencia firme. Pero si creéis que es una historia de Batman y su relación con la policía os equivocáis, el cruzado solo ocupa una pequeña parte de las tramas, es su ciudad y se nota su sombra, pero al final, es eso, una cosa que está ahí, pero que muchas veces, no sirve para nada, o no la vemos.

En este primer tomo entran los rimeros 18 números de la serie, que contienen dos arcos que para el que suscribe son razón de sobra para adquirirlo: Media vida, protagonizado por Renee Montoya, si, la de la película Aves de Presa y la increíble emancipación de Harley Quinn, que deja claro porque es un personaje que Rucka adora y que luego se llevó para darle su propia serie, y Blancos fáciles, con un Joker alejado de Batman, que presenta una cara muy diferente.

No solo de crímenes y personajes raros tratan las historias de Gotham Central, el superar la perdida de compañeros, la visión de un trabajo que, si ya es peligroso y difícil de por si, en una ciudad como la de Batman se multiplica todo por mil, todo se va asomando poco a poco a las páginas de la colección. Alejada de casi todo lo que se suele publicar sobre Gotham y Batman, resultaba un soplo de aire fresco inmenso, además de que encaja perfectamente con el tono que idearon Frank Miller y David Mazzuchelli en su Año Uno, y recupera una idea que se había perdido con el tiempo, Batman es un héroe nacido del pulp, convertido en superhéroe y muy cercano al noir.

EL arte de la obra es otro de esos puntos que no puedes dejar de nombrar. En su mayoría en manos de Michael Lark, ayudado por Greg Hurt y Grec Scott en momentos puntuales de este tomo, mantiene un nivel notable. El artista es conocido por anteponer la narración de la historia a la espectacularidad, de separata lo que necesita la trama. Es sencillo y claro, a la par que directo y seco, se luce cuando tienen oportunidad, demostrando que sabe componer una secuencia de acción al más puro estilo cinematográfico si lo desea, pero prefiere mostrar su capacidad en las escenas menos dinámicas. Sus diálogos, su movimiento interno en las viñetas es sobresaliente. Y sus personajes son siempre un añadido a cualquier texto, te cuentan tanto sus gestos y acciones sencillas como las líneas de los guionistas.

Si no has comprado ya esta obra en sus anteriores ediciones, ahora tienes una oportunidad increíble de añadir a tu colección una creación que comenzó como un proyecto ambicioso de dos guionistas, y acabo siendo una de las series más aclamadas y recordadas del mundo de Batman, sin tener al detective de protagonista.

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