En Avengers #28 She-Hulk recibe una manita de gato
Hay muchos más Hulks de lo que muchos fanáticos pueden darse cuenta, y la gran mayoría no es el monstruo de ira verde enojado de Bruce Banner.
La “familia Hulk” está llena de otros personajes impulsados por los rayos gamma con diversas habilidades y personalidades, cada uno de ellos existente en su propio nicho único en el Universo Marvel. Sin embargo, una de las alternativas más destacadas de Hulks es Jennifer Susan Walters, más conocida como She-Hulk.
En un número más reciente de Avengers, She-Hulk ha desarrollado una nueva habilidad, una que puede alterar su trayectoria como héroe en el futuro. Y todo gracias a los científicos de… ¿Wakanda?
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Actualización del poder de She-Hulk
Avengers #28 inicia con el equipo atrapado en Ravenstarr Maximum, una galaxia de prisión Shi’ar; y con Thor infectado por Brood. Para empeorar las cosas, Silver Surfer y sus compañeros Heraldos de Galactus han decidido atacar el planeta en el que se encuentran los Vengadores, debido a su papel en algún evento cósmicamente significativo.
Con Thor derribando al Capitán América, le corresponde a la Capitana Marvel someter temporalmente a Thor el tiempo suficiente para que el “Cap” lo golpee en la cabeza con su propio martillo. Esto hace retroceder los sentidos del Dios del Trueno.
Sin embargo, para recuperar a Thor en su totalidad, necesitan escapar del planeta por completo y regresar a casa. Para hacer eso, necesitan un Hulk. Carol llama a She-Hulk, que acaba de ponerse su nueva armadura de batalla Wakandiana.
Su armadura llegó gracias a los esfuerzos de colaboración de Jennifer y T’Challa (Pantera Negra). Está diseñado para aprovechar la radiación gamma interna que arde dentro de ella y dispararla desde su cuerpo. Ella lo usa para liberar el auto de Ghost Rider, lo que les permite escapar de Silver Surfer.
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