Irán prohíbe trabajar a actrices por aparecer en público sin velo

En Irán es obligatorio que las mujeres se cubran el cuello y la cabeza desde 1983, tras la Revolución Islámica de 1979.
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Agencias, Ciudad de México.- Las autoridades iraníes anunciaron que vetaron al menos a 12 actrices que tienen prohibido trabajar por haber estado en espacios públicos sin el velo obligatorio en esta República Islámica. Los medios iraníes reportaron que una decena de actrices que violaron las reglas que obligan al porte del velo islámico tienen prohibido actuar en películas, incluyendo intérpretes conocidas como Taraneh Alidoosti, Katayoun Riahi y Fatemeh Motamed-Aria.

“Quienes no respeten la ley no podrán trabajar”, informó a los periodistas el ministro de Cultura y Orientación Islámica, Mohamad Mehdi Esmaili.

Irán registró una ola de protestas del año pasado por la muerte la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años detenida por la Policía de la Moral por supuestamente quebrar el código de vestimenta de la República Islámica, que falleció mientras estaba retenida.

Su muerte desencadenó un enorme movimiento de protesta en el país que dejó varios centenares de muertos, entre ellos miembros de las fuerzas de seguridad, y condujo a la detención de miles de personas por participar en manifestaciones que las autoridades iraníes calificaron como “disturbios” orquestados por países occidentales.

Durante las protestas varias actrices y celebridades aparecieron sin velo en las redes sociales. En Irán es obligatorio que las mujeres se cubran el cuello y la cabeza desde 1983, tras la Revolución Islámica de 1979. Taraneh Alidoosti —que fue encarcelada en 2022 por apoyar las protestas— es una de las actrices más conocidas de Irán y ha participado en películas con el connotado director Asghar Farhadi, incluyendo la ganadora del Óscar “El cliente”.

ONG’s condenan sentencias de prisión para dos periodistas iraníes

Organizaciones de libertad de prensa condenaron el lunes las penas de prisión de siete y seis años impuestas a dos periodistas iraníes que cubrieron el caso de

Niloufar Hamedi, de 31 años, que trabajaba para el periódico iraní Shargh, acudió al hospital donde Mahsa Amini estuvo en coma durante tres días tras su detención antes de morir, y Elaheh Mohammadi, de 36 años, periodista del diario Ham Mihan, fue a la ciudad natal de la joven, en Saqqez (oeste), para cubrir su funeral.

Las dos periodistas fueron arrestadas poco después, en septiembre de 2022, y puestas en prisión preventiva en espera de su juicio y veredicto. Elaheh Mohammadi fue condenada a seis años de prisión y Niloufar Hamedi a siete años de prisión por colaboración con los Estados Unidos, según el sitio especializado en asuntos jurídicos Mizan Online. Durante su juicio, ambas rechazaron las acusaciones.

“La sentencia es escandalosa. Un año de prisión preventiva no ha satisfecho la sed de venganza de la República Islámica”, afirmó el jefe de la oficina de Reporteros sin fronteras para Oriente Medio (RSF), Jonathan Dagher. “Son una parodia (de la justicia) y una oscura ilustración de la erosión de la libertad de expresión”, dijo Sherif Mansour, coordinador para Oriente Medio y Norte de África del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).

Ambas fueron condenadas también a cinco años de prisión por conspiración contra la seguridad del Estado y a un año de prisión por propaganda contra la República Islámica, informó Mizan Online y precisó que las penas se cumplirían al mismo tiempo.

Adolescente iraní en coma estaría en estado de muerte cerebral

La adolescente iraní Armita Garawand, que entró en coma en circunstancias muy controvertidas a principios de octubre en el metro de Teherán, se encuentra en estado de muerte cerebral, anunció el domingo un medio de comunicación local.

“El estado de salud de Armita Garawand no es alentador y, a pesar de los esfuerzos de los médicos, parece estar en muerte cerebral”, indicó la agencia de noticias Borna, afiliada al ministerio de Juventud y Deportes.

La joven de 16 años, oriunda de una región kurda, lleva ingresada en el hospital Fajr de Teherán desde el 1º de octubre, tras sufrir un desmayo en el metro de la capital. Las circunstancias que rodearon este desvanecimiento son controvertidas. Las autoridades afirmaron que Garawand sufrió una “bajada de tensión” y negaron cualquier “altercado verbal o físico” entre ella “y pasajeros o personal del metro”.

Según varias oenegés, la adolescente resultó gravemente herida durante una “agresión” de parte de miembros de la Policía de la Moral, encargados de hacer aplicar la obligación para las mujeres iraníes de llevar velo en público. Este caso se produce poco más de un año después de la muerte de Mahsa Amini.

Con información de la Agencia Reuters

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