La experiencia de centros tecnológicos de Valencia inspira a los de América Latina

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La experiencia de los centros tecnológicos de Valencia (España) que ayudan a las empresas a mejorar su competitividad es relevante para los países de América Latina por la similitud de sus estructuras productivas, y ha servido para desarrollar varios programas de colaboración.

Expertos de diferentes organismos de Latinoamérica han participado en la jornada Redit Summit celebrada en Valencia, donde han hablado de varios ejemplos de esta colaboración entre la red de centros tecnológicos valenciana y proyectos que están desarrollándose en Chile o Perú.

Para el jefe de la Unidad de Innovación y Tecnología de CEPAL, Álvaro Calderón, la larga relación que mantienen con Redit (Red de Institutos Tecnológicos) permite construir puentes que permitan compartir las experiencias que se han ido generando con el paso del tiempo entre ambos organismos.

Uno de los proyectos que están en marcha en colaboración con Redit se centra en procesos de aceleración de grupos de investigación de los centros de formación tecnológicos de seis países, que actualmente está en marcha en tres de ellos, según ha explicado el Alto Comisionado OEI para la Promoción de Ecosistemas de Innovación, Patricio Montesinos.

En Latinoamérica los ecosistemas de innovación están poco desarrollados, poco articulados o no existen, según Montesinos, que ha comparado esta situación con la España de hace 30 años.

Desde CAF, el director encargado de Dirección de Desarrollo de pymes, Jairo Tiusabá, ha señalado que el proyecto que desarrollan con Redit busca ver qué ha funcionado en Valencia para ayudar a allanar el camino en países de América Latina con el fin de alcanzar unos niveles de I+D+i adecuados a las necesidades del desarrollo de las empresas, para la mejora de su productividad y su internacionalización.

Para Inés Carazo, del programa de Mejora de la Educación Superior del Ministerio de Educación de Perú, como el tejido empresarial de Valencia y de su país son parecidos, se han creado varios CITE (Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica) bajo el modelo de los valencianos.

En Chile, Redit y Fundación Parque Científico Tecnológico de la Universidad Católica del Norte de Chile colaboran en un programa de transferencia tecnológica con empresarias mineras de Antofagasta, y su directora, Marlene Sánchez, se ha referido a la importancia de crear lazos de confianza para iniciar colaboraciones como esta.

Por la parte valenciana, el director de Redit, Gonzalo Belenguer, ha coincidido en esta idea de confianza para compartir y transferir conocimiento. “Latinoamérica son nuestros hermanos, hablan la misma lengua, la misma cultura” y Redit pone al servicio del Banco de Desarrollo de América Latina su experiencia de 20 años.

El presidente de REDIT, Fernando Saludes, en una intervención anterior, ha hablado del equilibrio entre la colaboración público-privada como una de las singularidades del modelo valenciano de centros tecnológicos, que son el brazo tecnológico que complementa la parte empresarial.

Saludes ha expuesto que para poder transferir conocimiento desde los centros, estos tienen que ir 10 ó 15 años por delante de los sectores productivo a los que dan servicio y para ello se requiere la financiación pública.

En este punto, ha defendido unos fondos públicos estables y con un crecimiento sostenido y sostenible, como tienen otros países, y ha puesto como ejemplo que formar a un tecnólogo cuesta casi cinco años, por lo que las partidas presupuestarias tienen que ser estables en el tiempo.

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