Las esperanzas satelitales se topan con la realidad del internet

El internet satelital es emocionante, pero necesita ser parte de un esfuerzo mayor para lograr dar acceso a la red a más personas
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Me dieron pena ajena los acontecimientos de la semana pasada en tecnología de internet satelital, una forma prometedora pero con expectativas demasiado altas de llevar servicio de internet a través de redes de satélites relativamente pequeños. Amazon, Boeing y un conjunto de otras compañías podrían unirse en fechas próximas a SpaceX de Elon Musk y enviarán servicio de internet desde el espacio.

Sí, es genial. Sin embargo, las compañías involucradas y las personas emocionadas sobre el internet satelital tienden a exagerar sus declaraciones sobre cuánto bien puede ofrecer en realidad. La tecnología tiene sus límites y las barreras estructurales del acceso a internet no pueden ser resueltas solo con tecnología.

La pandemia ha ayudado a centrar la atención de muchas personas, compañías y gobiernos en hacer del acceso a internet un servicio esencial como la electricidad o el agua limpia. Eso no sucederá a menos que todos trabajen juntos para mejorar las políticas de internet gubernamentales, reducir las barreras económicas y sociales para el acceso a internet, así como abordar todos los demás desafíos humanos de llevar más del mundo a la red.

Me siento alentada por la tecnología de internet satelital. Pero déjame profundizar tanto en los límites de los servicios de internet satelital y la ocasional miopía en el enfoque de la tecnología en sí misma.

Casi todos los expertos en políticas y tecnólogos con los que he hablado sobre servicios de internet satelital dicen lo mismo: el internet satelital no será realista para la mayoría de las personas y de los lugares.

La tecnología es un complemento útil para partes del mundo en las que las vías convencionales de internet no llegan con facilidad o de manera asequible, como en las áreas montañosas o remotas.

No obstante, aquellos fascinados por la idea tienden a referirse a la tecnología como una panacea potencial para los problemas globales de acceso al internet. El internet satelital no es la solución ideal.

En un rápido vistazo a la realidad, Musk afirmó este verano que el servicio de internet satelital de SpaceX, Starlink, busca ofrecer servicio hasta al “cinco por ciento de la población mundial donde la fibra óptica convencional y las redes inalámbricas no llegan”.

Aunque el cinco por ciento del mundo es en potencia cientos de millones de personas que de otra manera no podrían estar en línea, es solo una gota de agua en el mar en comparación con los varios miles de millones que en la actualidad no pueden acceder a internet.

Los problemas tecnológicos también están lejos de ser las únicas razones por las que tantas personas no usan el internet. Se trata de políticas de gobierno no efectivas, desigualdades sociales y económicas, intereses corporativos muy arraigados y personas que tienen necesidades más urgentes que estar en línea.

Aun así, ejecutivos del internet satelital como Musk y Jeff Bezos de Amazon en pocas ocasiones hablan sobre abordar esos desafíos más amplios ni tienden a mostrarse a ellos mismos como una pequeña pieza de una misión colaborativa para hacer el internet más accesible, asequible y relevante.

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