Llegó la hora de responsabilizar a ‘Los Nuevos Mutantes’
Ed Brisson toma las riendas de los nuevos mutantes para poner a los que deberían ser la Patrulla X en el futuro en una posición más elevada. Han decidido que tienen que ayudar a aquellos que no pueden llegar a la nueva nación mutante por su propio pie, y a los que sus poderes los convierten en víctimas de abusos. Pero quizás han mordido más de lo que pueden tragar.
Los nuevos mutantes van a Carnelia, un país de Europa del Este que no tiene buenas relaciones con occidente, ni con los mutantes, y que ya han sufrido los efectos de sus “buenas” intenciones. Allí hay una mutante que acaba de descubrir sus poderes, y ayudarla, es la prioridad de los Nuevos mutantes. Pero cuando una habilidad mutante se descontrola, los resultados son imposibles de calcular.
Brisson continúa con su intención de mostrar un mundo agresivo con los mutantes, pero sobre todo a un grupo de héroes, que durante su adolescencia entendieron ser parte de la Escuela de Xavier como una aventura. Que tuvieran la suerte de salir más o menos ilesos fue fruto de muchas casualidades, y de personajes tan poderosos como el Profesor X o Magneto. Y ahora dependen de sus habilidades y experiencia, y a pesar de que han vivido mucho, y son poderosos, la realidad es que el mundo también ha cambiado, y las felices aventuras, van a ser difíciles batallas de aquí en adelante. Y van a tener que hacer concesiones, entre ellas, aliarse con quien creían que jamas tendrían que hacerlo.
La historia que comienza en este número da pie al guionista para continuar sus historias de grupo, haciendo piña entre los miembros, y dejando clara su posición en la distribución de Krakoa, se les pide responsabilidad dado que son algunos de los primeros mutantes entrenados para ser Hombres X tras la Patrulla, pero sus decisiones son vigiladas, ya que no son los adolescentes que eran, pero aun así, su sentido de la responsabilidad, aún está en duda.
Al dibujo tenemos a Flavian, así, a secas, un autor de línea fina y con mucho detalle. Buena mano para la acción y con una gran dinamicidad en las viñetas, y una narración sólida. Pero si destaca en algo, es en su presentación de un mundo pesadillesco y deforma, en las pocas viñetas deja claro que a pesar de ser un dibujante estéticamente correcto y canónico, puede deshacerse de todo eso y dejar libre una imaginación bastante macabra.
Tras la epopeya galáctica toca volver a tener los pies en el suelo, y una trama de rescate en un país hostil, y de decisiones difíciles que se tienen que tomar, muestran la madurez de los personajes que quiere darles el equipo creativo en este arco, y funciona.
