Silicon Echo de vender bodrios en Steam a desaparecer en la industria

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Tras la retirada por parte de Valve de más 200 juegos de la tienda de Steam recientemente, juegos todos ellos acusados de albergar prácticas fraudulentas, el estudio más afectado ha caído ya hacia el abismo. Los principales responsables de la creación de estos juegos son dos empresas llamadas Silicon Echo Studios y Zonitron Productions, compañías que, según Valve, respondían a un mismo fundador y administrador.

Esta es una categoría despectiva de juegos que, dicho en términos cotidianos, se producen como churros sin preocuparse siquiera de si tienen un mínimo de calidad de cara al consumidor. Por esta razón, la empresa dirigida por Gabe Newell decidió expulsar de la tienda a los más de 170 juegos conectados a estas dos empresas impidiendo tanto su venta como su distribución dentro del sistema.

Silicon Echo era responsable de la mayoría de los 173 juegos retirados de Steam la semana pasada por Valve al considerar que eran juegos ‘falsos’ con el único objetivo de hacer dinero con las cartas coleccionables de Steam, usando en muchas ocasiones assets de tiendas como la Store de Unity para reducir el desarrollo al mínimo esfuerzo.

La propia desarrolladora ha reconocido que algunas de sus prácticas son poco éticas (de hecho, son la empresa que más demandas acumulaba por malas prácticas en Steam), pero aseguran que eso no es motivo suficiente para eliminar toda su obra de golpe y que tendrán que buscarse otra línea de negocio.

Silicon Echo ha tratado de desmarcarse de otras desarrolladoras de shovelware como es Zonitron Productions, algo que pensaban que podía haber provocado la retirada de su catálogo. Pero el propio estudio reconoce que no han hecho las cosas lo que se dice bien en Steam Direct

En una carta a Valve se han quejado por no avisar de antemano de la retirada de los juegos y advierten a otras desarrolladoras tratando de publicar en Steam de que Valve es capaz de acabar con tres años de trabajo de golpe.

“No somos héroes, en en algunas ocasiones hemos conducido nuestro negocio con prácticas que algunas personas considerarían sombrías. Por ejemplo, creamos más nombres de desarrollador, aunque todos estuvieran recogidos en la misma cuenta y con el mismo editor”, explica Silicon Echo. “Esto se hizo principalmente para llevar cuenta de nuestras estadísticas más fácilmente y no pensamos que fuera un problema puesto que todos los juegos estaban listados públicamente en el mismo editor y no había engaño alguno incluido”.

El movimiento de Valve de eliminar el catálogo entero del estudio ha tenido consecuencias nefastas para Silicon Echo, que se siente ahora arrancado de la industria del videojuego.

“Esto ha destruido todo en lo que hemos estado trabajando durante los tres últimos años, y estamos forzados a abandonar el negocio del desarrollo de videojuegos por más de una razón. Principalmente porque nuestra reputación ha sido aniquilada sin posible reparación”, añaden, “pero también por razones financieras. Nos gustaría haber sido advertidos al respecto antes, en ese caso nos hubiéramos dedicado a pensar en otro plan de desarrollo”.

¿A qué se ha debido la expulsión de estos casi 200 juegos y cuáles son esos aspectos turbios que reconoce la propia desarrolladora? Según ha indicado Valve, estos proyectos expulsados de la tienda se caracterizaban por dos aspectos.

El primero es usar recursos compartidos y clónicos entre ellos, en su mayoría extraídos de editores como Unity. El segundo es aprovechar el sistema de ítems/cromos coleccionables por la comunidad para obtener beneficios económicos desde el mercado entre jugadores.

Los estudios han sido acusados de distribuir claves a través de la red para incentivar que la gente coleccionara estos elementos y los vendiera en el mercado virtual, de manera que el estudio conseguía un porcentaje de comisión por cada venta en la plataforma.

Entre ellos se encuentran juegos como Clickey, Grim Banana o SHAPES, que si suenan poco o nada entre los usuarios más habituales de Steam es porque ni siquiera estaban pensados para ser jugados. Se trata de múltiples copias del mismo juego hechas con recursos prediseñados del motor Unity, que sus responsables enviaban no individualmente, sino en grupos enteros, para sacar el máximo rendimiento a los cien dólares que deben pagar por cada publicación del programa Steam Direct.

Los juegos en cuestión se compraban en paquetes de juegos muy baratos o incluso gratis, con el objetivo de extraer cartas intercambiables que se podían vender por un precio superior al del propio juego. Los desarrolladores del juego también se llevan una porción de este dinero, de modo que supone hacer negocio con el mínimo esfuerzo.

“Lo que encontramos aquí era un conjunto de acciones abusivas que esta persona estaba llevando a cabo y que afectaban negativamente al funcionamiento de la tienda y de nuestras herramientas”, comenta Valve. “Por ejemplo, esta persona estaba publicando productos casi idénticos en masa en Steam, que tenían un impacto en la tienda y dificultaba a los jugadores encontrar juegos divertidos. También este desarrollador abusaba de las claves de Steam”.

Puede que Valve, actuando de improviso, no haya hecho las cosas del todo bien, pero casi 200 juegos denunciados por los usuarios en tres años de vida quizá les tendrían que haber dado a Silicon Echo una pista de que su modelo de negocio no iba por buenos derroteros.

Fuente: Polygon.

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