Valve desarrolla una interfaz para conectar el cerebro de los gamers a un ordenador

Gabe Newell, fundador de Valve, ha expliccado algunas de las ideas que tiene para controlar videojuegos directamente con el cerebro gracias a nuevas interfaces.
0
340

En una entrevista con el portal neozelandés 1 News, Newell dijo que su compañía está estudiando las interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), con el fin de utilizarlas en los videojuegos. Admitió que algunas de estas ideas pueden parecer increíbles o “indistinguibles de la ciencia ficción“, pero sostiene que sería un error ignorar el área de las BCI.

Steam, la plataforma de videojuegos de ordenador más popular en España, puede ser muy diferente en el futuro. En vez de jugar con un conjunto de teclado y ratón, o un mando, podríamos controlar los juegos directamente con el cerebro.

Es la idea que Gabe Newell, fundador de Valve, ha planteado. Newell es más famoso por estar detrás de una de las sagas más aclamadas del sector de los videojuegos, Half-Life; y aunque en los últimos años se ha centrado más en mejorar y ampliar su plataforma Steam, afirma que en Valve siguen siendo creadores de videojuegos.

Es sólo que esos juegos pueden no tener la forma acostumbrada. Ya lo demostró con Half-Life: Alyx, una nueva entrega diseñada en exclusiva para los últimos dispositivos de realidad virtual.

El futuro de los videojuegos

Y en el futuro, puede que el próximo Half-Life necesite un dispositivo que nos conectemos directamente al cerebro. Esa es la posibilidad que Newell ha planteado en una entrevista para la televisión neozelandesa, al mismo tiempo que confiesa que es una idea más propia de una película de ciencia ficción.

Sin embargo, también advierte que ignorar este posible futuro sería un “error tonto”. Es por eso por lo que ha revelado que Valve está trabajando en la investigación de interfaces cerebro-computadora (BCI por su acrónimo en inglés); y como parte de este interés, está desarrollando software de código abierto, que permita a los desarrolladores experimentar con las señales procedentes de los cerebros humanos.

La gran dificultad de controlar aparatos con la mente siempre ha estado en la ‘traducción’, en interpretar ondas cerebrales en el contexto de la acción para ejecutarla. Teniendo en cuenta que aún no sabemos del todo cómo funciona nuestro cerebro, es algo complicado.

“El mundo real parecerá plano”

Pero las ideas más ambiciosas de Newell implican escribir señales en el cerebro de las personas, en lugar de simplemente leerlas, con el fin de modificar el estado de ánimo u ofrecer mejores imágenes que las reales en los videojuegos. “El mundo real parecerá plano, incoloro y borroso en comparación con las experiencias que podrían crearse en el cerebro de las personas”, afirmó.

Más allá de los videojuegos, el cofundador de Valve dijo que las BCI también podrían ayudar en otros aspectos de la vida humana, como mejorar la calidad del sueño. Otros de los beneficios de esa tecnología, según el entrevistado, es que permitiría editar digitalmente los sentimientos de las personas, reduciendo o eliminando determinado sentimiento o condición no deseada del cerebro, por razones terapéuticas.

Sin embargo, Newell es consciente de que las interfaces cerebro-computadora conllevan riesgos. La idea de que las BCI puedan usarse para provocar dolor físico a las personas es un tema “delicado”, y las interfaces podrían ser susceptibles a virus informáticos. “La gente va a necesitar la garantía de que esos sistemas conectados a su cerebro son seguros y que no tendrán riesgos para su salud a corto ni a largo plazo”, concluyó.

Conexión con los juegos

Por eso, inicialmente el software de Valve sólo será capaz de detectar si el jugador está disfrutando de lo que está haciendo en el juego; una información que puede servir para cambiar la jugabilidad hacia algo mejor adaptado a cada persona.

Un posible uso sería un juego que es demasiado fácil para el jugador; en ese caso, el programa sería capaz de detectarlo y aumentar la dificultad de manera automática. En un formato en el que la dificultad puede destruir la experiencia, puede ser una aplicación muy interesante.

Sin embargo, eso sería sólo el principio. Newell imagina un futuro en el que no tengamos que depender de nuestros “periféricos de carne”, una manera algo bruta de llamar a nuestras manos. Pero para ello, sería necesario no sólo leer la mente, sino también controlar cerebros.

Un dispositivo capaz de cambiar la manera en la que vemos las cosas puede ofrecer nuevas experiencias, según Newell; puede cambiar un mundo “plano, incoloro, borroso”, por otro brillante, colorido y emocionante. También podría ayudarnos a mejorar nuestras vidas, facilitando el sueño y activando el REM.

Unas palabras que se antojan algo peligrosas, como si incontables historias nos hubiesen advertido de ellas; y Newell admite los riesgos, especialmente porque esta tecnología también podría ser mal usada y aprovechada, por ejemplo, por atacantes que consigan enviar las señales adecuadas. De manera jocosa, pone como ejemplo que una persona termine “corriendo desnuda en el bosque” porque ha sido infectada por un virus informático.

Por el momento, el futuro ideado por Newell no es realidad, pero otros comparten esa visión. Elon Musk es el más famoso, al haber presentado el año pasado la última versión de Neuralink, un dispositivo que permite controlar máquinas con la mente.

Foto del avatar

Comments are closed.