William Shatner se arrepiente de haber dirigido la quinta película de Star Trek

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Teniendo en cuenta que Star Trek es una de las sagas cinematográficas de mayor longevidad, habiendo debutado en televisión con la serie de Gene Roddenberry (1966-1969) y tras otras seis más y trece largometrajes por el momento, parece lógico que haya pinchado en calidad alguna vez en cinco décadas. 

Una de las películas menos valoradas por los críticos y con menor recaudación de esta franquicia de space opera es Star Trek V: La última frontera, que dirigió William Shatner, rostro clásico del captitán James T. Kirk de la nave estelar Enterprise, en 1989.

Y ahora hemos sabido que el propio responsable del proyecto se ha cuestionado en sus nuevas memorias —cuyo título juega con la despedida vulcana: Live Long and… What I Might Have Learned Along the Way, escritas con (o por) David Fisher— si no hubiera sido mejor que hubiese rechazado encabezar el rodaje.

El actor, durante el programa de la NBC Better Late Than Never, en declaraciones recogidas por Entertainment Weekly, se arrepiente de cómo termina La última frontera. La cinta narraba cómo la tripulación del Enterprise llegaba a un planeta para liberar a unos embajadores secuestrados. Pero el jefe de la banda es un pariente de Spock que quiere emprender una misión para encontrar la fuente de la vida… y a Dios.

Este filme fue muy criticado porque contenía una religiosidad que lo aleja por completo del aspecto laico de Star Trek y por sus similitudes con la poco querida película original (Robert Wise, 1979).

Y es que a Shatner se le ocurrió la idea, inspirada por los teleevangelistas, de que Sybok (Laurence Luckenbill), un hermanastro perdido de Spock (Leonard Nimoy), secuestrara la Enterprise y emprendiese una búsqueda literal de Dios, y acabasen topándose con el mismísimo Lucifer, de cuyas garras tendría que rescatar el capitán Kirk a Spock y al doctor Leonard “Bones” McCoy (DeForest Kelley) en el Infierno.

Pero a los productores, Rodenberry incluido, no les gustó nada, y le ofrecieron el trato de seguir con el culo en la silla del director si modificaba libreto semejante, y se salieron con la suya:

“Cometí un error; acepté el trato, que condenó la película desde el principio”, dice Shatner. 

“Tuve la oportunidad de dirigir una película de millones de dólares, Star Trek V, y no conseguí la ayuda que necesitaba para distribuir el presupuesto, así que cuando llegó el momento de rodar el final, necesitaba un buen villano y muchos gráficos por ordenador, y ya me había gastado todo el dinero. Lo siento por eso. Tuve que usar metraje que ya había rodado y lo solté todo de golpe”, explica Shatner. “Quería dar a los espectadores monstruos de granito arrojando rocas y fuego. En lugar de eso, tenía unas piedras en mi mano que lancé a la cámara“, añade.

A saber cómo hubiese resultado con idea tan descabellada, pero esta es la razón por la que se arrepiente de haber dirigido la quinta entrega. Ganó tres premios Razzie a peor película, peor director y peor actor, los dos últimos galardones otorgados a Shatner. Por contra, Star Trek II: La ira de Khan (1982), está considerada por los seguidores de la saga como la mejor de la franquicia.

El universo de ficción creado por Gene Roddenberry se ha posicionado como uno de los más grandes, ricos y admirados de la historia de la ciencia ficción. Y no es para menos, ya que las aventuras vividas por la Enterprise y sus tripulantes tocan temas tan variados como la diferencia cultural, la amistad, el honor o la muerte, la vida y el sacrificio.

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William Shatner pide perdón por Star Trek V: La última frontera


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