Las fundas de almohadas contienen más bacterias que los asientos de los inodoros

Muchas personas no le dan la importancia que se merece a la limpieza de sus almohadas, y las usan durante años sin cambiarlas ni lavarlas. Sin embargo, lo que no saben es que sus almohadas pueden albergar millones de ácaros, unos diminutos artrópodos que se alimentan de las células muertas de la piel y que pueden causar alergias y problemas respiratorios.
Para demostrar lo sucias que pueden estar las fundas de las almohadas, una usuaria de TikTok llamada @sallymander_ realizó un sencillo experimento que se hizo viral. La joven sumergió una funda de almohada blanca en un recipiente con agua caliente y detergente, y la dejó reposar durante media hora. El resultado fue sorprendente: el agua se tiñó de un color marrón oscuro, evidenciando la cantidad de suciedad que había acumulado la tela.
We spend a lot of our lifetime in our beds, so it’s only natural that we’d make them cozy and appealing. But beneath all the throw pillows and frills, there’s a legion of germs that also find our beds just as homey.https://t.co/Cke33BZXEs pic.twitter.com/jXyzkGn1VW
— Amerisleep (@Amerisleep) January 21, 2021
La usuaria explicó que había comprado la funda de almohada hace solo dos años, y que la lavaba regularmente en la lavadora. Sin embargo, eso no era suficiente para eliminar los ácaros y sus excrementos, que se incrustaban en las fibras del tejido. Según dijo, el experimento le había abierto los ojos sobre la importancia de cambiar y limpiar las almohadas con más frecuencia.
El video de @sallymander_ recibió más de 3 millones de reproducciones y miles de comentarios de otros usuarios que quedaron impresionados por el experimento. Algunos dijeron que iban a probarlo con sus propias almohadas, mientras que otros confesaron que llevaban mucho más tiempo sin cambiarlas. También hubo quienes dieron consejos para mantener las almohadas limpias y libres de ácaros, como usar fundas protectoras, lavarlas con vinagre o bicarbonato, o meterlas en el congelador.
Los expertos recomiendan cambiar las almohadas cada dos años, y lavar las fundas cada semana o cada dos semanas, dependiendo del uso y del clima. También aconsejan aspirar las almohadas cada mes, y secarlas al sol o en una secadora para eliminar la humedad. Así se puede evitar el crecimiento de ácaros, hongos y bacterias, y mejorar la calidad del sueño y la salud.
Con información de: Actualidad RT