Los Flamin’ Hot son una oda al amor por el picante

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De norte a sur y de este a oeste, millones de personas se deleitan regularmente con alimentos picantes. Esta fruta con capsaicina, un componente único que nos hace sudar, sentir un ardor en la lengua y poner nuestros rostros rojos, despierta en nosotros una pasión que nos distingue como la única especie de mamíferos capaz de consumirla. Esta historia de amor entre el picante y los seres humanos se forjó hace milenios, y existen diversas razones y teorías que explican por qué nos sentimos tan atraídos a experimentar un poco de sufrimiento por su sabor.

Se sabe que en los países con climas más cálidos, las especias se utilizaban principalmente en platos de carne por dos razones: en primer lugar, para enmascarar los sabores extraños que surgían cuando la carne comenzaba a descomponerse, y en segundo lugar, porque se creía que tenían propiedades fungicidas y antibacterianas que prevenían enfermedades. Con el descubrimiento de América, se abrieron nuevas rutas comerciales que propiciaron el intercambio de productos, llevando el chile a diversas culturas que lo adoptaron rápidamente a pesar de los síntomas que nos provoca.

Una de las nuevas teorías sobre por qué disfrutamos tanto del picante proviene de Paul Rozin, profesor de psicología en la Universidad de Pensilvania, quien sostiene que consumir picante nos brinda una sensación de “riesgo controlado”. Es decir, comemos chile porque buscamos emociones que aumenten nuestra adrenalina, pero sin correr peligro real, como subirnos a una montaña rusa o ver una película de terror.

Además de experimentar la liberación de adrenalina recorriendo nuestro cuerpo, todos los amantes del picante disfrutan de esa sensación adictiva, especialmente cuando se deleitan con algo que nos hace exclamar “¡pica delicioso!” y seguir comiendo. Ya sea abriendo una bolsa de Doritos Flamin’ Hot, espolvoreando Cheetos Flamin’ Hot molidos sobre nuestro elote o degustando unos cacahuates Kacang Flamin’ Hot con zanahorias y limón, cada bocado nos envuelve en llamas de sabor.

La familia Flamin’ Hot ofrece la combinación perfecta de picante y emoción, una llama que nos incita a vivir cada día como una auténtica aventura. ¿Qué estás esperando para unirte a la fiebre del picante y probar las botanas más ardientes de México? Adéntrate en un mundo de sabores Flamin’ Hot y experimenta una explosión de sensaciones.

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